En nuestra sala o recibidor, siempre tenemos un juego de sillones en los que deseamos recibir a nuestras visitas, y nuestro deseo es que siempre den una buena impresión y que estén en buen estado; para ello debemos cuidarlos con dedicación y esmero, veamos cómo podemos hacerlo.
Las telas de los sillones se ensucian al igual que cualquier otra tela, el problema está en que no siempre es fácil limpiarlos y quitarles las manchas, por lo tanto no coloque sobre ellos, objetos que puedan mancharlos, por ejemplo los periódicos,alimentos,bebidas,mascotas, etc.
No coloque estos muebles en un lugar donde la luz del sol les llegue a dar en forma directa, el sol quema la tela y les quita el color. Las partes en las que apoyamos los brazos son para los brazos, no para sentarse en ellos, si usted los usa como asientos, estos perderán su forma y se maltrataran con mayor rapidez.
Manténgalos siempre limpios, páseles la aspiradora en forma regular, límpielos con un cepillo de cerdas suaves para eliminar residuos de polvo que con el tiempo se convertirán en manchas .
Para su limpieza siempre use productos probados en la parte no visible de su mueble, y no use productos abrasivos que quemarán su superficie, tampoco los moje ya que es muy difícil secarlos de forma natural y pueden llegar a arruinar el relleno interior.
No permita que sus niños jueguen encima de ellos, lo dañaran muy rápido y dejaran marcas difíciles de quitar.
Mantenga alejados a sus mascotas de los sillones, porque la llenaran de pelo y se impregnarán con el olor característico del animal. No arrastre los muebles, desequilibrará las patas y las aflojará, lo que hará que pierdan estabilidad y seguridad al sentarse.
No utilice como cama, son sillones para las visitas, por lo tanto si usted se echa constantemente en ellas perderán la forma original.
No es un comedor, no coma en ellos siempre habrán pequeños o grandes accidentes que dañaran el tapiz, además de impregnar los olores de la comida que harán que huelan como su cocina.
Llévelos a un mantenimiento especializado por lo menos una vez al año.
Para mantenerlos mejor, elabore unos forros a medida, en diferentes tonos, de manera que usted pueda quitarlos y lavarlos con mayor facilidad, además de variar los tonos y combinar con otros accesorios.
Si usted sigue estos consejos con seguridad que tendrá un juego de sillones en el recibidor que siempre estarán nuevos y presentables.
Sin duda son unas normas que no siempre seguimos pero que si queremos mantenerlos como el primer día, seguro que lograremos que estén en buen estado.
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